La aprobación en primer debate del proyecto de ordenanza 018 de 2024, realizada este jueves 7 de noviembre, representa un avance significativo en el proceso de fortalecimiento de la planificación agraria y rural en el Quindío. Este proyecto establece el marco para implementar el Plan Departamental de Extensión Agropecuaria (PdEA), un instrumento cuatrienal diseñado para definir, a nivel departamental, las estrategias y operaciones en la prestación del servicio de extensión agropecuaria.
Rodrigo Alberto Castrillón, diputado y ponente del proyecto en la Comisión Segunda de la Asamblea, destacó que el PdEA busca impactar de manera integral las cadenas productivas y el desarrollo de clústeres, consolidando al Quindío como un modelo en extensión e innovación agropecuaria. “Con esta herramienta, no solo se espera fortalecer a pequeños productores y campesinos, sino también brindar claridad a los inversionistas interesados sobre la vocación agrícola del departamento, las ubicaciones clave, los productos disponibles y los insumos necesarios”, señaló Castrillón.
El secretario de Agricultura, Julio César Cortés Pulido, subrayó que este proyecto, junto con otros planes aprobados como el Plan de Desarrollo Agropecuario y Rural con Enfoque Territorial (Pidaret), permitirá una planificación precisa gracias a la georreferenciación de áreas productivas. Así, se podrán establecer con mayor exactitud las mejores prácticas para el cultivo, la cosecha y la comercialización, siempre en consonancia con la protección del medio ambiente y la sostenibilidad del territorio.
El PdEA focalizará sus esfuerzos en tres grandes áreas estratégicas: en primer lugar, el fortalecimiento de la caficultura y la producción de musáceas, dos sectores que sostienen a miles de familias en la región; en segundo lugar, el impulso a sectores agroindustriales en los que el Quindío sobresale a nivel nacional, como el aguacate, los cítricos, la porcicultura y la avicultura. Por último, la integración de nuevas políticas impulsadas por el Gobierno nacional, que incluyen productos como el maíz, el cacao, la caña panelera, el frijol, y otros cultivos de gran potencial como el tomate, los frutales de clima frío y la apicultura, además de actividades como la ganadería y la piscicultura.
Se espera ahora la convocatoria a la plenaria de la Asamblea para el segundo debate, que en caso de aprobación final, convertirá este proyecto en una ordenanza que delineará un modelo de desarrollo rural que impulse la economía local y mejore la calidad de vida de la comunidad agrícola del Quindío.
Voz de Rodrigo Alberto Castrillón, diputado del departamento
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