La alerta naranja está dirigida a todos los prestadores de servicios de salud, tanto públicos como privados, así como a las Empresas Administradoras de Planes de Beneficios (EAPB), Administradoras de Riesgos Laborales (ARL), y a los regímenes especiales de atención en el departamento, tanto en sistemas contributivos como subsidiados. La medida busca activar la red hospitalaria para que esté en condiciones de enfrentar cualquier eventualidad y apoyar la atención de los pacientes que lo necesiten, aliviando la carga de trabajo sobre el Hospital San Juan de Dios y otras entidades de alta demanda.
A través de una circular oficial, la Secretaría de Salud insta a los prestadores de servicios de salud a intensificar las acciones de atención primaria, mejorar la capacidad de resolución en los servicios de primer nivel, y fortalecer sus protocolos de referencia y contrarreferencia de pacientes. Estas acciones pretenden disminuir la saturación de los servicios de urgencias en los niveles de alta y mediana complejidad y optimizar el flujo de pacientes en la red departamental.
Al referirse a la declaratoria, el secretario de Salud destacó que la medida se ha implementado tras observar que algunos servicios, como las Unidades de Cuidado Intensivo (UCI) y áreas de hospitalización, han superado el 100 % de ocupación. A esto se suman dificultades adicionales como el cierre de servicios de la EPS NUEVA, lo cual ha agudizado la situación en varias instituciones de mediana y alta complejidad. Según el funcionario, esta alerta busca coordinar esfuerzos en toda la red de salud del departamento para responder de manera adecuada a esta crisis, permitiendo que los pacientes puedan recibir atención oportuna y de calidad en medio de estas dificultades.
Voz de Carlos Alberto Gómez Chacón, secretario de Salud del Quindío
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